Medidas energéticas

Las medidas son las acciones que conducen a la consecución de los objetivos planificados, con las fases iniciales de análisis, dentro de la empresa, se refieren tanto a la actividad de mejora, sustitución, construcción de nuevas plantas como a actividades de comunicación orientadas a la sensibilización y educación para un uso racional de la energía.

Los modelos de intervención típicas que se pueden realizar en tu empresa se encuadran en estas categorías:

  • personal;
  • ahorro;
  • eficiencia;
  • fuentes renovables.

Las intervenciones sobre el personal se identifican en campañas de información, sensibilización, información, educación y sobre todo la implicación de los recursos humanos en las elecciones energéticas de la empresa.

Las intervenciones sobre el ahorro pueden ir desde una renegociación de los precios de suministro de productos energéticos dentro de la empresa, hasta la racionalización y optimización de los estándares de mantenimiento adoptados.

Las intervenciones de eficiencia energética se pueden dividir en dos grandes categorías: intervenciones en el edificio y aquellas en la instalación.

Entre las posibles intervenciones también está la posibilidad de instalar instalaciones de fuentes renovables para autoproducir, con cobertura total o parcial, el calor y la electricidad que se necesite.

El personal de la empresa juega un papel clave en la applicación de un sistema de gestión energética. Cualquier intervención de ingeniería de planta pierde efectividad parcial si el personal no contribuye al logro de los objetivos. Intervenir en varios frentes sobre el personal es fundamental para lograr los objetivos.

Existen diferentes métodos y tipos de intervención que pueden usarse de manera útil para aumentar la conciencia del personal y fomentar el cambio de comportamiento, para influir positivamente en la applicación del sistema de gestión de la energía:

  • Hábitos y niveles de confort: cambiar los hábitos del personal a menudo puede ayudar a mejorar la eficiencia energética y reducir los costos de energía;
  • delegar el personal: directamente involucrado en el sistema de gestión de energía, se deben asignar delegas operativas adecuadas, para que pueda integrar la gestión y el control del sistema en las actividades diarias;
  • Entrenamiento y preparación: todo el personal debe estar entrenado en el uso de controles manuales y prestar atención a las oportunidades de ahorro de energía.

El concepto de ahorro energético está vinculado entonces a la capacidad de reducir el consumo energético, útil para las necesidades de tu empresa. Es un conjunto de comportamientos, procesos e intervenciones que te permiten limitar el desperdicio y mejorar las tecnologías, para poder ahorrar la energía necesaria para las actividades comerciales diarias. Hay tres factores fundamentales que contribuyen a lograr el objetivo de ahorro energético dentro de su empresa:

  1. vectores de energía;
  2. mantenimiento de planta;
  3. dispositivos automáticos de ahorro.

La eficiencia energética y el ahorro energético son dos conceptos que a menudo se utilizan como sinónimos, pero que en realidad representan las dos caras complementarias de la moneda del llamado desarrollo sostenible, es decir la visión de futuro, en la que la garantía del bienestar del individuo no se obtiene a expensas de la salvaguardia del medio ambiente y de los recursos ambientales.

La eficiencia energética apunta principalmente a utilizar menos energía en términos absolutos con el mismo resultado final, y está asociada a los objetivos de utilizar fuentes de energía renovables en lugar de fuentes fósiles y contaminantes para reducir la emisión de gases que alteran el clima en la misma cantidad de energía consumida.

En los últimos años, con la expansión del uso de fuentes renovables, estamos asistiendo a una transición gradual de un sistema de generación centralizada a uno de generación distribuida, donde por generación distribuida se entiende la producción de electricidad, a través de pequeñas plantas dispersas por todo el territorio, a menudo ubicados cerca de los lugares donde se consuma.

Por último, es bueno hablar de sinergia de empresa, es decir, la acción combinada y simultánea, la colaboración o cooperación de varias empresas en una misma actividad. Los altos costos de la energía asociados con las actividades de producción, junto con la continua evolución de las relaciones económicas entre empresas, están obligando cada vez más al empresario individual a lidiar con contextos globales en constante evolución. La formalización de las relaciones económicas entre empresas, incluso en la cadena de suministro (sector productivo), asume, por tanto, un significado estratégico para el acercamiento a nuevos mercados y para la resolución de cuestiones relacionadas con los costes energéticos.

La consolidación y el desarrollo de estas relaciones, que se concreta, por ejemplo en una red empresarial, también permite a la única microempresa competir en el mercado compartiendo los componentes de la competitividad.

 

Para más información, consulte la página web de la Agencia Tributaria, dedicado a la recalificación energética.

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