Hoy, el Parlamento Europeo aprobó el Recovery and Resilience Facility, diseñado para ayudar a los países de la UE a hacer frente a los efectos de la pandemia de COVID-19.
El reglamento sobre los objetivos, la financiación y las normas de acceso al Recovery and Resilience Facility (RRF) fue adoptado por 582 votos a favor, 40 en contra y 69 abstenciones. La RRF es el elemento principal del paquete de recuperación de la UE de próxima generación de 750.000 millones de euros.
Se dispondrá de 672.500 millones de euros en subvenciones y préstamos para financiar medidas nacionales destinadas a paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. Los proyectos relacionados que comenzaron a partir del 1 de febrero de 2020, o después, también pueden ser financiados por el RRF. La financiación estará disponible durante tres años y los gobiernos de la UE pueden solicitar hasta un 13% de prefinanciación para sus planes de recuperación y resiliencia.
Para ser elegibles para la financiación, los planes nacionales de recuperación y resiliencia deben centrarse en áreas políticas clave de la UE: la transición verde, incluida la biodiversidad, la transformación digital, la cohesión económica y la competitividad, y la cohesión social y territorial. Son elegibles para la financiación también aquellos que se enfocan en cómo las instituciones reaccionan a la crisis y apoyan su preparación, al igual que las políticas para los niños y los jóvenes, incluyendo la educación y las habilidades.
Cada plan debe dedicar al menos el 37% de su presupuesto al clima y al menos el 20% a acciones digitales. Deben tener un impacto duradero tanto en términos sociales como económicos, incluir reformas integrales y un paquete de inversión sólido, y no deben dañar significativamente los objetivos ambientales.
El reglamento también establece que solo los estados miembros comprometidos con el respeto del estado de derecho y los valores fundamentales de la Unión Europea pueden recibir dinero del RRF.