A finales de junio de 2022 había un millón 345 mil de empresas de mujeres en activo en Italia, y representaban el 22,2% del total de empresas italianas. Esta cifra se desprende del Quinto Informe sobre el emprendimiento femenino, elaborado por Unioncamere en colaboración con el Centro de Estudios Tagliacarne y Si.Camera, publicado hace unos días.
El universo del emprendimiento femenino denota características propias en comparación con las empresas dirigidas por hombres: una mayor concentración en el sector de los servicios (66,9% frente al 55,7%), un menor tamaño (el 96,8% son microempresas de hasta 9 empleados, frente al 94,7% de las empresas masculinas) y una fuerte difusión en el sur de Italia (el 36,8% de las empresas dirigidas por mujeres operan en estas regiones, frente al 33,7% de las empresas no femeninas). Los análisis también muestran que las empresas dirigidas por mujeres tienen una tasa de supervivencia más baja: tres años después de su creación, el 79,3% de las empresas dirigidas por mujeres siguen abiertas, frente al 83,9% de las empresas dirigidas por hombres y, después de cinco años, la proporción de empresas dirigidas por mujeres que sobreviven es del 68,1%, frente al 74,3% de las demás.
Sin embargo, son más las mujeres jóvenes que eligen el camino de la empresa: las empresas de mujeres jóvenes representan el 10,5% del total de empresas dirigidas por mujeres, mientras que el emprendimiento de los jóvenes representa el 7,6% del total de las empresas de los hombres. La creación de una empresa es también una importante vía de integración social y económica, y esto se aplica aún más a las mujeres. Las empresarias de origen extranjero son, de hecho, más numerosas en términos porcentuales: entre las empresas femeninas, las dirigidas por extranjeros representan el 11,8%, frente al 10,4% de las dirigidas por hombres.
En el segundo trimestre de 2022, en comparación con el mismo periodo de 2021, el número de empresas de mujeres se mantuvo sustancialmente estable, creciendo en un 1.727 (+0,1%).
La comparación con el año pasado muestra un aumento del número de empresas femeninas, especialmente en la industria (+0,3%) y los servicios (+0,4%), entre las sociedades de capital (+2,9%), en el Sur (+0,6%) y entre las empresas extranjeras (+2,6%).
Según el informe, con la recuperación posterior a la pandemia, otro 14% de las empresas femeninas ha invertido en el ámbito digital (frente al 11% de las empresas masculinas) y un 12% ha invertido en el ámbito ecológico (frente al 9%). Además, en la misma medida que las empresas no femeninas, el 31% de las empresas ha aumentado o mantenido una inversión constante en tecnologías digitales en los últimos años, y el 22% ha hecho lo mismo en sostenibilidad medioambiental (frente al 23% de las demás empresas). Un compromiso que ha resultado difícil: la mitad de las empresas femeninas, de hecho, han interrumpido las inversiones o incluso descartan iniciarlas en un futuro próximo.
En Cerdeña, había 39.722 empresas femeninas registradas en junio de 2022, lo que equivale al 23% del total. Nuoro, entre las cuatro provincias históricas de Cerdeña, es aquella en la que, proporcionalmente, las mujeres tienen más probabilidades de hacer negocios: aquí, de hecho, las empresas femeninas representan el 24,2% (7.535); le sigue Sassari con el 23% (12.859), Cagliari con el 22,8% (16.187) y Oristano con el 21,7% (3.141).